Según el ADR (Acuerdo Europeo sobre el Transporte Internacional de Mercancías Peligrosas por Carretera), se consideran peligrosas las mercancías que se clasifican en 9 clases principales.
Clase 1: Explosivos: Incluye materiales diseñados para producir un efecto físico repentino y violento al cambiar rápidamente su estado de sólido a gas.
Clase 2: Gases: Comprende gases que pueden ser inflamables, tóxicos, corrosivos o asfixiantes.
Clase 3: Líquidos inflamables: Engloba líquidos que pueden inflamarse fácilmente a temperaturas normales.
Clase 4: Sólidos inflamables, sustancias comburentes y peróxidos orgánicos: Incluye sólidos inflamables, sustancias que favorecen la combustión y peróxidos orgánicos.
Clase 5: Agentes oxidantes y peróxidos orgánicos: Contiene sustancias que pueden favorecer la combustión de otros materiales.
Clase 6: Materias tóxicas e infecciosas: Agrupa sustancias tóxicas que pueden causar daño en caso de ingestión o inhalación, así como sustancias infecciosas.
Clase 7: Materiales radiactivos: Incluye materiales con niveles de radiación que requieren una manipulación especial.
Clase 8: Materias corrosivas: Comprende sustancias que pueden causar daños graves en caso de inhalación o ingestión.
Clase 9: Materias y objetos peligrosos diversos: Esta categoría abarca sustancias que presentan un riesgo no cubierto por las clases anteriores, como baterías de litio y otros materiales con propiedades peligrosas.